Casi seis años después de su muerte, Dinamarca proyecta sombras sobre la figura del entrenador Paulus Wildeboer, head coach nacional desde 2008 a 2013. Tras publicarse que una investigación basada en un reportaje de un canal público danés revelaba «prácticas inaceptables» de Wildeboer con los nadadores, ahora su nombre queda ensuciado por el dopaje. Un informe de la Procuraduría General acusa a Wildeboer de suministrar «medicamentos desconocidos» a los nadadores. Si el otro día las «prácticas inaceptables» pasaban por los «pesajes públicos«, ahora el dopaje pasa por «medicamentos desconocidos» sin concretar de que sustancias se trata. Las acusaciones son demoledoras para la reputación del entrenador, quien ya no se puede defender. Un buen puñado de nadadores, entre ellos varios españoles, recordaron con cariño y admiración a Wildeboer cuando éste falleció en 2014.
La etapa de Wildeboer en Dinamarca supuso el despegue de la natación danesa, principalmente femenina. Entre las figuras de aquella época (2008-2013) estaba Lotte Friis, Rikke Moller Pedersen, Jeanette Ottessen, Pernille Blume, Mia Nielsen…Algunas de ellas siguen en activo y consiguieron excelentes resultados una vez Wildeboer dejó la federación danesa. Es el caso de Pernille Blume, campeona olímpica de 50 libre en 2016. El colofón de la etapa de Wildeboer en Dinamarca fue el Mundial de 2013 disputado en Barcelona. Dinamarca ganó cuatro medallas, todas ellas en categoría femenina: Lotte Friis fue plata en los 800 y 1.500 libre, Moller Pedersen plata en los 200 braza y Jeanette Ottsen oro en los 50 mariposa.
Esta clase de maniobras de marketing autoexculpatorio solo tienen sentido en la época dorada del cinismo en la que vivimos, donde las reclamaciones de justicia social se han convertido en seña de identidad de quienes acaparan privilegios. Más allá de la indecendia de emprenderla contra quien no se puede defender ni reclamar perjuicio a su imagen a quien acusa sin pruebas, parece obvio señalar que, en el caso de que fuera cierto que los nadadores daneses hubieran sido dopados en aquellos años (¿cómo y desde cuándo lo saben?), el responsable principal y, ahora ya lamentablemente, único, porque en ella recaería la culpa in vigilando, porque fue quien contrató al entrenador y porque tiene la responsabilidad de proteger a los deportistas, es la Federación Danesa de Natación. Aún habrá idiotas que aplaudiran el compromiso danés con el deporte limpio.